Francisco Cumsille :
“No hay una relación causal entre uso de drogas y delitos”
Desde que dejó su cargo como director del Observatorio Interamericano de Drogas de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la OEA, José Francisco Cumsille – al contrario de lo que podría pensarse- no ha aquietado su agenda. Su vida se comparte entre Chile y el extranjero, con una intensa actividad como relator en materia de drogas. Ha obtenido distintos reconocimientos, entre ellos la Medalla de Plata al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas de España “en consideración a su labor al frente de la coordinación del Observatorio sobre Drogas del Área de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) durante 13 años”.
Es Estadístico de la Universidad de Chile, Máster en Bioestadística y Doctor en Salud Pública de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU). Ha contribuido enormemente a la comprensión del fenómeno en la región, así como a la valorización de las evidencias y causas del fenómeno del consumo problemático de alcohol y otras drogas.
Tras una reunión en Corporación Mañana, nos recibe para esta entrevista.
Francisco, Ud. hace hincapié en lo que denomina una perversa triangulación entre consumo de drogas, adicción y delincuencia ¿A qué se refiere específicamente?
R: La información que tenemos nos lleva a concluir la existencia de esto. Déjeme colocar un contraejemplo: hay mucha gente que consume drogas en el mundo, entonces la pregunta es: ¿Todas las personas que consumen drogas son adictas? La respuesta categórica es no. Ahí baja de inmediato el porcentaje de personas que pueden caer en uso problemático o posible adicción. Una fracción muy importante de esas personas no lo es.
Segunda pregunta ¿Todas las personas que consumen drogas cometen delito? Obviamente la respuesta es no. Solamente una fracción de las personas que pueden tener una condición de drogas pudiesen cometer delito.
Lo que sí puede ocurrir es la relación inversa, es decir que muchas de las personas que cometen delitos consumen drogas, pero no muchas de las personas que consumen drogas cometen delitos.
Entonces, creo que se ha exacerbado ese concepto de mostrar que las personas que cometen delitos son consumidores de drogas y, por lo tanto, de ahí inferir que los consumidores son delincuentes, lo cual es incorrecto desde el punto de vista de la información real.
Pero también ocurre que muchas personas que cometen delito no consumen drogas.
No hay una relación causal entre uso de drogas y delitos. Pero, los medios de comunicación y algunas otras personas intentan poner esto sobre la mesa.
¿A qué atribuye este intento de establecer esta causalidad que termina confundiendo y estigmatizando?
R: No lo sé. Yo creo que se trata de estigmatizar demás a una población que consume drogas…pero a ver, el consumo de drogas es bastante transversal, a nivel de las sociedades, de las capas sociales y países. No es exclusivo el consumo de drogas de la gente pobre… para nada. En todas las sociedades se consume alcohol, en todas las capas sociales se consume marihuana, en todas las capas sociales se consume cocaína… pero, también se ha tratado de vincular el consumo de droga, delincuencia y pobreza … y yo aún no logro entender por qué. Si no somos serios para identificar adecuadamente los problemas, la verdad es que vamos a ser poco serios para buscarles soluciones.
Si generamos alarma en vez de buscar a través de la evidencia cuáles son los problemas que tenemos, las soluciones no van a ser las más adecuadas.
La prensa muchas veces ayuda poco porque coloca sobre la mesa inmediatamente un mote de usuario de drogas y a la gente le va quedando esto. Es nuestro deber hacer ver que esto no es así y que la evidencia muestra que la verdad no va en esa dirección. Se necesita un poco más de pedagogía sobre la base de la evidencia y no sobre la base de ideologías que muchas veces se instalan en el sistema.
Y de lógicas más bien simplistas que instalan conceptos de manera errónea
R: Claro, es más fácil encasillar pobreza, droga y delincuencia como si fuera un solo tema… yo no lo veo así.
Cuando se habla de drogas en general, el alcohol cada vez está menos presente con el impacto y consecuencia que tiene, olvidándose que también es una droga…
R: Bueno esa es otra parte de la hipocresía: pensar que el alcohol por el hecho de ser una sustancia legal, normalizada deja de ser droga ¡Es una droga!
Las campañas, especialmente en los últimos años, apuntan al consumo de la marihuana, dejando un poco de lado el consumo de alcohol. Esto por la preocupación porque ha disminuido la edad de inicio con un incremento a la vez del consumo de cannabis ¿Qué piensa de ese énfasis en las campañas?
Efectivamente. Partamos diciendo que es mucha más la población que consume alcohol que la que consume marihuana. No son equivalentes las proporciones tanto a nivel de escolares, como de adolescentes y población adulta. Son muchos más los que consumen alcohol. Ponemos el acento donde yo creo que no lo tenemos que poner.
Dentro de las prioridades, cuando uno habla de los enfoques de salud pública se debe hablar de las magnitudes de los problemas y de cuáles son las prioridades a enfrentar. Cuando uno mira los datos históricamente, es cierto que ha aumentado el consumo de marihuana en los escolares, pero más que disminuir la edad de inicio, se ha producido un aumento parejo para todos los grados (en el octavo grado, séptimo, sexto…etc.) Y bueno, esa es una situación de preocupación; pero, olvidarse de que por detrás está el alcohol, me parece algo sesgado.
Algunos análisis que pusimos en el pasado, cuando colabore con la entonces Conace, apuntaban a que mientras más temprano era el uso de alcohol más aumentaba la probabilidad de uso de drogas con posterioridad al uso de alcohol.
Si bien es cierta la preocupación por la marihuana, de lo que tenemos que empezar a preocuparnos es de que los jóvenes no inicien el consumo de alcohol -y de marihuana, por cierto, pero de alcohol particularmente- a edades tempranas. Allí es donde tenemos que empujar fuertemente, haciendo cumplir las leyes actualmente existentes entre otras cosas, además de una buena educación, de una buena orientación, de un buen discurso y una buena lógica hacia los padres para que no promuevan el uso de alcohol en sus hogares, ni promuevan el consumo a edades tan tempranas o lo normalicen, como ocurre a edades tan tempranas. Pero, no podemos dejar el alcohol de lado en la política de drogas.
Francisco ¿Qué piensa de la medida que está impulsando el alcalde de Quilpué de imponer un “toque de queda” para menores de 14 años, entre la 1 y 5 de la madrugada, algo que también está considerando el edil de Las Condes, Joaquín Lavín?
R: No lo sé
Se inspiran en el modelo islandés que establece que los jóvenes de entre 13 y 16 años no pueden salir de sus casas después de las 22:00 en invierno, y de medianoche en verano.
R: No todas las cosas se pueden hacer en todas partes. Hay circunstancias, contextos que se favorecen al tomar ciertas medidas. En esto de los toques de queda, primero habría que preguntar cuál es el problema y cuáles son las posibles soluciones. Si el problema es que los jóvenes de 14 años están en un bar hasta muy tarde y, por lo tanto, los voy a obligar a guardarse antes; bueno ¿por qué no se pide que los bares no vendan a menores de 18 años?
Hay que preguntarse cuál es el problema que han identificado y sobre esa base cuáles son las alternativas de solución. Hay que ver la viabilidad de las soluciones, además.
Las soluciones como esa probablemente tienen que contar con el concurso comunitario, haber sido evaluadas y consensuadas con los padres… pero insisto primero hay que ver qué es lo que uno quiere intervenir correctamente, qué es lo que espero de la intervención y si esa intervención es plausible o no, pensando en que además siempre los chilenos somos buenos para sacar la vuelta... es decir, siempre buscamos la trampa para salir por el lado. A lo mejor los muchachos de Quilpué van a ir a Villa Alemana por ejemplo… por eso hay que ver la factibilidad que tienen esas medidas y aplicarlas a más de una comuna… pero, de todas maneras preguntarse cuál es el fin que se persigue y, según eso, ver las potenciales soluciones porque a lo mejor hay unas más plausibles que otras.