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Mariano Montenegro

 

“Las drogas profundizan las inequidades, arruinan mucho más a los que menos tienen"

Dr. Mariano Montenegro (ex director de SENDA, consultor internacional y actualmente invitado por el Gobierno para desarrollar el Plan Nacional de Drogas 2019-2022):

 

“Las drogas profundizan las inequidades, arruinan mucho más a los que menos tienen”

En medio de su agitada agenda, el asesor técnico de Corporación Mañana, Dr. Mariano Montenegro, hace un alto para conversar sobre temas claves en materia de drogas en nuestro país. A pesar de su ya intensa actividad como Mentor para América Latina y El Caribe de Naciones Unidas y Director internacional de la Oficina de Chile para América Latina y El Caribe del Colombo Plan, aceptó recientemente la invitación que le extendió el Gobierno para hacerse cargo del Plan Nacional de Drogas 2019-2022.

“Estoy muy contento de que el Ministerio del Interior me haya invitado en calidad de experto. Tengo muy poquito tiempo en general porque tengo dos cargos internacionales muy abarcadores”, explica el ex Director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA. Pero, también añade que posee vocación de excelencia y, por lo tanto, aspira a contribuir para que “las cosas estén al más alto nivel porque el país, la gente lo necesita. Si hacemos las cosas bien mejoramos la calidad de vida de la gente”.

P: ¿Qué cambios cree que se deben hacer en materia de Política Nacional de Drogas? ¿Qué viraje hay que dar?

Tengo la impresión de que no hay que hacer un viraje muy importante. Lo primero es volver a definir y eso es un problema muy complejo que tiene que ver con bajar la oferta de drogas. Esto significa controlar el narcotráfico, la delincuencia y todo el crimen organizado. En términos muy simples, queremos menos droga en las poblaciones, que haya cada vez menos oferta porque cuando hay mucha es muy difícil competir con prevención.

Lo otro es fortalecer la prevención universal. Tenemos que incorporar fuertemente la prevención estructural y ambiental, por los relatos, las fuertes restricciones y encuadres que se necesitan. Se debe mejorar la prevención selectiva para poblaciones específicas y de alto riesgo. Tenemos que aumentar el tratamiento y especializarlo en poblaciones diferenciadas. Cada vez va a haber poblaciones más diferenciadas y eso hay que cubrirlo. Debemos ir en un camino hacia la cobertura universal con una calidad de alto nivel, ajustada a los estándares universales de tratamiento. Y mejorar profundamente la integración social que tiene que empatar al tratamiento. Se tiene que integrar a mucha gente que está en tratamiento, pero a quien está en prevención, que aún no es un paciente, pero no está integrado y, por lo tanto, está arriesgando muchísimo.

La integración social es parte final del tratamiento, pero también es prevención.

El foco debe estar en el desarrollo local. No hay política pública que funcione si no es a nivel local. Por lo tanto, las cosas tienen que decantar de los ministerios a las regiones, de las regiones a las comunas y trabajar con diagnósticos locales muy serios, con coordinación de todas las redes de prestadores adecuadas. Tenemos que lograr programas basados en la evidencia y hacer mucha participación ciudadana para tener una corresponsabilidad del fenómeno. Que la gente no sienta que esto depende sólo del gobierno que eligió, sino que también piense “¿cómo yo participo?”.

 

P: Pero, esto es algo de largo plazo, no es fácil cambiar cultura, miradas…

Absolutamente. Y por eso hay una línea muy importante encabezada por el Ministerio de Interior con SENDA, pero con una intersectorialidad muy fuerte. La más fuerte, los hermanos más cercanos, Salud, Educación, Justicia, Seguridad Pública, Desarrollo Social… ese es el circuito más estrecho. Otro un poquito más afuera sería Deporte, Cultura, Vivienda y Urbanismo, por ejemplo, que son otros ministerios muy importantes que requieren participar en este fenómeno. Yo diría que ésta es la intersectorialidad, la participación de la sociedad civil, lo programático, el desarrollo local basado en la evidencia de todos los programas, coordinación de todos los sectores y buenos diagnósticos locales para no equivocarnos y hacer algo homogéneo y hegemónico… a veces hay que hacer ajustes locales.

P: Todo eso habla de un esfuerzo centrado en el Ejecutivo ¿Cómo se abordará el tema con el Legislativo cuando vemos situaciones como lo ocurrido en la Cámara Baja, donde los diputados aprobaron el proyecto que regula uso medicinal de productos derivados de la Cannabis sin considerar la voz científica y las advertencias de los especialistas?

Fue lamentable…

P: Ahora el tema está en el Senado ¿Ve una oportunidad ahí?

El Senado, generalmente es más reflexivo y da más templanza. Va a escuchar la evidencia científica.

Las sociedades científicas hemos sido muy muy activas para que no se tomen decisiones sin base en la evidencia, porque sino son decisiones políticas que pueden dañar a los pueblos. Es como en la medicina, haces un mal diagnóstico, haces un mal tratamiento. Y cuando haces un tratamiento no basado en la evidencia científica puedes dañar.

P: ¿Cómo se explica lo que pasó en la Cámara, cuando hubo tanta advertencia, tanta evidencia entregada desde el ámbito científico?

Yo creo que primó la soberbia, el mito y el dolor humano. Porque se utilizó mucho el dolor humano, el dolor de niños, pero sin racionalidad… y de una manera que a mí me parece poco ética porque no es llegar y poner a un niño sufriendo y decir que esta sustancia es lo mejor que hay para ellos.

Un tema con niños sufriendo, familias sufriendo y personas sufriendo nos debería afectar a todos; por lo tanto, deberíamos encausar cómo abordar ese sufrimiento, pero no centrarnos en una sustancia, que no tiene evidencia para aliviar ese sufrimiento y, finalmente, legislar para tener acceso a una sustancia que es profundamente dañina como la marihuana…

Además, hablan de marihuana medicinal lo que es una aberración. Hay que hablar de cannabinoides, que son sustancias de la planta con eventual uso medicinal. Lo que hasta el momento nos dice la evaluación de Epistemonikos y la evaluación de la evidencia mundial es que existen tres grupos: uno que produce ciertos efectos favorables, pero son tan enormes los efectos desfavorables que no es un buen medicamento; otro que no produce efectos favorables pero sí mucho efecto desfavorable, y hay un tercer grupo que se está estudiando, con una evidencian muy modesta y simple que todavía no da para decir esto debería ser un fármaco que le cambia la vida a las personas.

Entonces, esto se ha tornado en una publicidad engañosa. Yo diría que se utilizó mucho el dolor de la gente, más la mitología, más la soberbia que es lamentable para un país. Tenemos que cuidar la Salud Pública. Esta es una droga que produce enormes daños. No es cedrón, no es ruda, no es menta. Es una sustancia que genera enorme dependencia, alteraciones cognitivas serias, alteraciones de la memoria de fijación, baja concentración, baja motivación, disminuye la capacidad de anticipación y todas las herramientas del aprendizaje. La gente funciona mucho peor en el estudio y en el trabajo… por lo tanto estamos fomentando algo que daña. Y además, genera dependencia.

La marihuana de hoy es diez veces más concentrada que la marihuana de hace 40 años, del Woodstock de los hippies. Un cigarrillo de hoy son diez cigarrillos de Woodstock, dos cigarrillos son 20 de Woodstock. Por lo tanto, es tremendamente riesgoso ¿A quién afecta principalmente? A los adolescentes y vulnerables sociales

Uno eso lo ve acá incluso, en nuestros residentes de Corporación Mañana. Vemos como este fenómeno afecta bestialmente a la alta vulnerabilidad social porque hay menos factores protectores. Las drogas profundizan las inequidades, arruinan mucho más a los que menos tienen. Los que tiene más poseen más factores protectores y con eso pueden, a veces, salvar el uso sin un riesgo tan alto de adicción o disfuncionalidad, porque tienen muchas más cosas a que echarle mano (psicólogos, psiquiatras, centros de tratamiento, etc.). En cambio, la gente sencilla es la más vulnerable.

Por eso me molesta tanto cuando se habla de este tema de una manera tan de elite. Pareciera siempre una discusión de la elite liberal frente a la más conservadora o contra la elite social demócrata… pero siempre elite… es como verse el ombligo… pero nadie mira aquello en lo que la gente realmente está.

Yo lo hice cuando fui director de Senda. Cuando estaba en los cerros de Rodelillo, en los cerros de Talcahuano, cuando estaba en las poblaciones marginales de la Región Metropolitana… la gente no quiere drogas, encuentran que es un espanto porque las pocas posibilidades que tienen las arriesgan y sus hijos no tienen ninguna manera de prosperar si pierden la educación.

Súmale a eso que estamos en una reforma educacional gigantesca en la que queremos mejorar cobertura, con gratuidad y calidad. Pero, si no cuidamos el cerebro de nuestros estudiantes no van a aprender nada porque se alteran las funciones cognitivas del aprendizaje.

Aunque traigamos a los profesores finlandeses no van a aprender si están bajo los efectos de las drogas.

Siempre me impresiona la poca responsabilidad de algunos personeros, autoridades, que hablan de forma tan liviana frente a la marihuana o frente a la discusión de todas las drogas…una discusión muy de elite, con el tremendo error que ya se ha demostrado en los lugares donde se ha legalizado. No se cumplieron las promesas que se hicieron de bajar el tráfico, al contrario, aumentó. Tampoco la promesa de que iba a bajar o se iba a estabilizar el consumo, porque éste subió. Tampoco la que decía que no iba a aumentar el consumo en adolescentes ni la de que no aumentaría el crimen. Aumentó el crimen en general, al igual que las intoxicaciones de niños y adolescentes con productos con cannabis como chocolates, gomitas…

Entonces todo mal. El gran sacrificado es el pueblo, la gente. Y el gran beneficiado el gran capital que produce droga y que quiere legalizarse para ampliar el mercado. Pero no es más que eso. Y esto va a ir siempre con violencia, con delito, con disfuncionalidad, adicción, alteración en la salud, baja productividad, accidentes… Es difícil entender que personas inteligentes y sensibles hablen de una manera tan liviana.

 

 

P: ¿Confía más en el Senado?

Yo esperaría que con esto no pasara como ocurrió con el timerosal y las vacunas. Ese fue un ejercicio muy vergonzoso para Chile que tuvo que terminar con un veto presidencial.

P: En este contexto, en que se requiere la coordinación entre distintas organizaciones bajo objetivos comunes ¿entidades como Corporación Mañana -enfocada en la integración- deberían abrirse a otros temas vinculados como la prevención, rehabilitación…?

Sin lugar a duda tienen que meterse en el tema de la prevención. De hecho, la integración es un mecanismo también de prevención.

Es muy importante el trabajo que está haciendo Corporación Mañana como uno de los prestadores de prevención en el país, de los pocos que hay. Hay poca cobertura todavía… tenemos Viviendas de Apoyo a la Integración Social (VAIS) sólo en cinco regiones, con 15 o 16 comunas. Por lo menos debería haber en cada capital de región una VAIS.

Hay que acoger a muchísimas personas rehabilitadas que no es conveniente que vuelvan a sus casas, porque éstas están llenas de violencia, de delito, de tráfico, de consumo y de disfuncionalidades muy perturbadoras que fomentan la recaída, el agravamiento. Lugares donde no pudimos progresar con la familia, pero sí progresamos con el usuario.

Es su oportunidad de tener un hogar y hacerlos ver que la vida puede ser distinta y no solo conformarse con lo que les tocó, sino también conectarse con lo que quieren ser. Hay que esperanzar y las VAIS son esperanzadoras.

Corporación Mañana con estas casas es un actor social, que también debe opinar, escribir columnas. También tiene qué decir frente al problema de las drogas porque es una institución que conoce el tema y ve lo destruida que quedan las personas, lo difícil que es reconstruirlas.

Por supuesto que lo que queremos es rescatar a los que están muy arruinados e integrarlos socialmente; pero, sin lugar a duda, deseamos que ojalá no les pasará…por eso la prevención es fundamental para evitar que sean consumidores y consumidores problemáticos.

Hay que poner VAIS en todo el país. Me encantaría que esta corporación pudiera montar más viviendas y que el Estado ayudara a financiarlas. Una relación público-privada que podría ser muy virtuosa.

 

 

P: ¿Cómo lograr que las empresas pierdan el miedo y abran sus puertas para incorporar a personas ya rehabilitadas?

Hay que mostrar y conocer la humanidad del fenómeno. Esto no es un fenómeno de marcianos, es un tema de los seres humanos … que los tenemos a veces muy cerquita: puede ser un familiar, tu hermano, tu hijo, tu nieto. Por lo tanto, hay que humanizarlo. Cuando se humaniza, uno empatiza… Y también es importante contar que este es un fenómeno del que se puede salir. El tratamiento sí funciona. Pero, a un tratamiento sin integración le va más mal que a uno con integración.

Lo bonito de esta Corporación -como trabaja con SENDA y con la rehabilitación- es que los chiquillos que están acá ya vienen rehabilitados. Ese es el concepto correcto; primero captar, después diagnosticar, tratar, dar de alta clínica e integrar socialmente. No hay que pasarlo a integración si no se ha hecho rehabilitación previamente. Ese es un error que a veces cometen las personas que no saben del fenómeno y que creen que lo único que necesitan los chiquillos es trabajo ¡No! Necesitan trabajo cuando ya están rehabilitados, porque primero hay que repararlos.

Lo que hay que decir a los empresarios es que son personas que siempre van a estar conectadas con el tratamiento y muy apoyados. Probablemente otros trabajadores no tienen ese apoyo. Cuando trabajamos con centros de tratamiento que siempre van a estar muy cerquita, frente a cualquier problema que exista ellos van a tener acceso a reforzar su cambio… Y además, valoran mucho cuando los empresarios les dan oportunidad, porque son personas que han tenido pocas oportunidades. No nacieron en el lugar correcto, ni con la familia correcta.

Hay que pensar siempre que puede ser alguien muy cercano a uno, no un alien ni un extrarrestre. Son seres humanos que se han enfermado por sustancias, que han alterado su comportamiento y se transformaron; pero cuando se rehabilitan son personas muy sensibles, reflexivas y muy agradecidas. Merecen una oportunidad.

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