Una intensa agenda ha tenido nuestra entrevistada en los últimos días, marcada por algunos hitos como su destacada participación en Enade 2018 y su nominación para integrar el Consejo Nacional de Televisión, tema que será ratificado por el Congreso en los próximos días.

 

Hechos que son consecuencia natural de un camino desarrollado desde hace más de 10 años por esta filósofa de la Pontificia Universidad Católica de Chile para aportar una mirada global y profunda respecto de las demandas sociales y antropológicas que los nuevos tiempos exigen, especialmente  a compañías nacionales y multinacionales.

 

El 2011 recibió el Premio Generación Empresarial y ha sido distinguida cinco veces por el diario El Mercurio como una de las 100 mujeres líderes de Chile.

 

Y en medio de su ajetreado día, se da un tiempo para conversar con Corporación Mañana sobre diversos temas, entre ellos su experiencia - que ella califica como un “aprendizaje espectacular”- en la cena que periódicamente nuestra Fundación realiza para que se compartan vivencias entre quienes están trabajando por la integración (tras rehabilitarse por un consumo problemático de drogas) y personalidades de distintos ámbitos.

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¿Qué término prefiere: ¿Inclusión o Integración?

R: A mí me gusta más la integración.

 

¿Por qué?

R: Porque incluir me parece más pasivo, como alguien incluye a otro. La empresa incluye al rehabilitado, la empresa incluye al discapacitado. Integración, en cambio, me da la sensación de que dos se integran, me parece más activo, lo otro parece más paternalista. Integración es una relación de dos.

Por ejemplo, cuando participé en una cena en la Corporación Mañana, compartiendo con sus participantes, hombres rehabilitados, el aprendizaje que tuve en una hora de comida fue espectacular.

Bueno, esas personas tienen que integrarse para entregar su experiencia. ¿Tú te das cuenta el efecto que puede tener en un mesa de almuerzo de oficina un rehabilitado, como cambia los temas, como mira distinto?

 

¿Qué es lo que más le llegó en esa cena que tuvo con nuestros participantes?

R: Que todos y cada uno de ellos salieron por un vínculo fundamental en su vida al que querían responder. Hoy está muy en boga un libro maravilloso que se llama “La bailarina de Auschwitz”, sobre una discípula de Viktor Frankl, un psiquiatra que plantea que las personas siempre salen adelante cuando tienen a otro o un alguien a quien volver. Entonces el vínculo me impactó mucho, todos en esa cena hablaban del vínculo que los había sacado.

 

A pesar de estar rehabilitados sigue existiendo cierto temor o desconfianza en términos de contrataciones laborales, por ejemplo.

R: La desconfianza es la gran herida de nuestro país. Obviamente, en el caso de la segregación se manifiesta con más fuerza. Entonces, está la desconfianza de que la persona que ha sido rehabilitada y reincorporada pueda caer de nuevo.

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Los estudios de confianza de las Universidad Católica son muy interesantes. Muestran como la desconfianza es entre vecinos. Y en los niveles más bajos es aún mayor. Bueno, hay una cosa urbanística, está la droga, por ejemplo, la pregunta es, ¿por qué han aparecido más tomas, más campamentos? Una de las explicaciones es que las poblaciones están tomadas por el narcotráfico, entonces la gente busca lugares más sanos donde el narcotráfico no esté y esto va generando también más desconfianza. Tiene que ver con las instituciones, tiene que ver con el narcotráfico, con la construcción de las ciudades, todo lo urbanístico es muy determinante también.

 

¿Cómo podemos ir reduciendo esta desconfianza, especialmente en el segmento de personas como las que participan en nuestra Corporación?

R: Yo creo que la Ley de Inclusión Laboral va a ayudar mucho. No estoy muy de acuerdo en cómo se ha instalado, como una obligación muy fuerte, en estos temas hay que ir preparando culturalmente, hay que hacerlo de a poco.

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¿Qué consejo nos darías como Corporación?

R: Pienso que lo que está haciendo la Corporación tiene que comunicarse más, especialmente el éxito que tienen, las posibilidades que ha habido. Porque además, ustedes hacen una cosa que es algo muy impresionante: la rehabilitación es un tema muy complejo, el éxito es relativo, pero si a aquellas personas que logran salir tú las dejas solas, el camino es muy difícil.​

Entonces, el concepto de la Corporación, de acompañarse mutuamente, ser acompañado por otro para reinsertarse de verdad es un concepto que debería ser replicado en muchos elementos en la sociedad.

Debe comunicarse muy bien y aún más el éxito que tienen, porque es un modelo que puede ayudar en la familia.

 

Hemos estado trabajando en el último año con el fortalecimiento de la parentalidad, porque además es un acción de prevención para ellos mismos, para sus hijos y para su entorno.

R: Claro. Esto debieran ser tema de la agenda social. Yo sé que Uds. lo tratan de hacer, pero evidentemente también hay mostrar como la familia es un factor protector. Mientras no pensemos positivamente del ser humano es muy difícil que la inclusión se dé.

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Esto tiene que ver con muchos otros factores. Si yo creo en el valor de cada ser humano individual tengo muchas más posibilidades de influir; pero, una cultura donde el valor de la persona es muy relativo – y te lo pongo en algo bien específico, en el tema de la eutanasia y el aborto- y no es por ser moralista sino porque creo que las sociedades son una. Entonces si por un lado promueves el no valor de algo y, por otro lado, promueves el valor, son signos muy dispares. Creo que tenemos conciencia como sociedad de qué discurso queremos dar y de qué queremos hablar.

 

 

 

Segregación

 

¿Cómo evalúa el desarrollo en nuestro país de una mirada más inclusiva (tanto en el sector público como privado), especialmente en beneficio de los sectores más vulnerables?

R: Creo que hemos avanzado en la inclusión, pero más bien llevado desde una línea que se ha tratado de conquistar que es la de género.

 

Por lo tanto, nos faltaría avanzar en otras áreas… y de ello da cuenta lo que ocurrió en Las Condes por la construcción de viviendas sociales en la Rotonda Atenas.

R: El gran dolor de nuestro país, más allá de la desigualdad- que ha ido mejorando- es la segregación.

 

¿A qué se refiere con segregación?

R: A la separación. Separo a los que son distintos, separo socialmente en vivienda, separo en términos de trabajo, pero no hay una inclusión social pro, pero del pro más profundo en el que todos somos parte de.